"Cuando leas esto estaré en camino, de regreso con mi pueblo. He hablado con tu jefe y ha prometido ayudarme. Es un hombre bueno y sabio. Es difícil encontrar las palabras. Sólo sé lo que siento en mi corazón. Ahora he visto tu país y he conocido a tu gente. Han sido amables conmigo, pero no es mi país, ni ellos son mi gente. Estoy orgullosa de ser lo que soy, no quiero intentar ser otra cosa. Si lo hiciera fracasaría. Te decepcionaría y me decepcionaría a mí misma y a los míos. Muchas mujeres envejecen y mueren, sin haber conocido la felicidad que yo conocí. Por todo ello, te estaré siempre agradecida. Hay otros, que te quieren y te necesitan, igual que tú los necesitarás a ellos en los años que te esperan. Los dos podemos hacer muchas cosas por nuestros pueblos. Muchas cosas que hemos aprendido el uno del otro y que podemos enseñar a los demás: paciencia, bondad, y la sabiduría para conocer la verdad. No habrías permitido que te dijera estas cosas, pero en tu corazón sabes ...