HARSH TIMES. VIDAS AL LÍMITE (Crítica)

HARSH TIMES. VIDAS AL LÍMITE.
Director y guionista: David Ayer
Intérpretes: Christian Bale, Freddy Rodríguez, Eva Longoria
USA, 2007
120 min


El antiguo soldado Jim Davis (Christian Bale) intenta reinventarse tras su regreso de la guerra del Golfo, rellenando solicitudes para todos los cuerpos del ejército de los Estados Unidos. Quiere que su vida vuelva a la normalidad, casarse con su novia mexicana y eliminar de sus noches las pesadillas del horror de los combates. Su mejor amigo es Mike Alvarez (Freddy Rodríguez) quien también intenta buscar trabajo porque está siendo mantenido por su paciente novia Sylvia (Eva Longoria). La pareja de amigos salen cada mañana con sus trajes y sus buenas intenciones pero los obstáculos, la sociedad, la genética del vago o del asesino, les conducen por otros derroteros.

De casta le viene al galgo… David Ayer nació en el centro de Estados Unidos pero en plena adolescencia se trasladó a South Central en Los Ángeles. A los 18 años se alistó en la Marina y tras su licenciamiento se convirtió en guionista de Hollywood. Autor de la oscarizada Training Day (Antoine Fiqua, 2000) y de A todo gas (Rob Cohen, 2001), cinta imprescindible para los amantes del tuning, debuta ahora escribiendo y dirigiendo Harsh Times.
Su sello, para bien o para mal (dependiendo de los gustos) es lo que es, y no hay que darle más vueltas: corrupción, violencia, hip hop, tias buenas que gastan la misma talla de sujetador que de mala hostia, drogas, latas de cerveza, armas de todo tipo de calibre, velocidad, argot callejero, palizas, camisetas de tirantes y bíceps tatuados.
Rescatar a actores como Christian Bale, que a pesar de un malogrado acento chicano, engulle al resto del elenco, y ponerlo al mando de esta cinta, es sin lugar a dudas, una decisión acertada, puesto que ya demostró que nadie como él para correr desnudo tras una puta con una motosierra en la mano (American Psycho). El problema al que van a parar la mayoría de estos “musculator” es que luego nos resulten intragables en una de “para todos los públicos” como Arnold Schwarzenegger en Poli de guardería o Vin Diesel en Un canguro súper duro. Pero en cualquier caso, todo macho tiene derecho a sus 15 minutos de ternura.
Eso sí, como norma preventiva, si al entrar en un apartamento de soltero te tropiezas con una tabla de planchar y enfrente hay un saco de boxeo, excúsate diciendo que tienes que retocarte el maquillaje y echa a correr sin volver cabeza. Porque en los metros que separan lo uno de lo otro, se esconde posiblemente un psicópata.

En el caso concreto de Bale, encarnando aquí a esa especie de soldado del Apocalipsis, prototipos que van desde Michael Douglas en Un día de furia hasta Brad Pitt en El Club de la Lucha, a ratos humanos y a ratos animales, sobreviviendo a su particular tipo de infierno que a veces, (y es lo peor y es lo creíble) parece asemejarse más de lo que quisiéramos al de tod@s, y que acaban clamando piedad y pidiendo que les disparemos. Y lo haremos. Porque si sus acciones nos desahogan su muerte nos libera.


PUBLICADA EN www.supernovapop.com , MARZO 2007

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