MATAR A UN RUISEÑOR (adaptación)
MATAR UN RUISEÑOR
HARPER LEE
CÍRCULO DE LECTORES, BARCELONA, 1969
- Preferiría que disparaseis contra botes vacíos en el patio trasero, pero sé que perseguiréis a los pájaros. Matad todos los arrendajos azules que queráis, si podéis darles, pero recordad que matar a un ruiseñor es pecado…. Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar a un ruiseñor. Pág. 118
- En Maycomb “un rato” significaba un periodo de tiempo que podía oscilar entre tres días y treinta años. Pág. 164
- El resto de la tarde transcurrió en medio de la suave melancolía que desciende cuando se presentan los parientes, pero la tristeza se disipó cuando oímos entrar un coche en el paseo. Pág. 165
- Porque vosotros sois niños y podéis comprenderlo –dijo-. Las cosas del mundo no le han pervertido el instinto todavía. Deja que se haga un poco mayor y ya no sentirá asco ni llorará. Quizá se le antoje que las cosas no están… del todo bien, digamos, pero no llorará; cuando tenga unos años más, ya no. Pág. 257
- Cuando sea mayor, creo que seré payaso –dijo Dill. Jem y yo nos paramos en seco. Sí, señor. En relación a la gente, no hay cosa alguna en el mundo que pueda hacer si no es reírme; por lo tanto, ingresaré en el circo y me reiré hasta volverme loco.
- Lo tomas al revés, Dill –advirtió Jem. Los payasos son hombres tristes; es la gente la que se ríe de ellos. Pág. 276
- Mira, hubiera sido una cosa así como matar a un ruiseñor… pág. 354
- Atticus tenía razón. Una vez nos dijo que uno no conoce de verás a un hombre hasta que se pone dentro de su pellejo y se mueve como si fuera él. El estar de pie, simplemente, en el porche de los Radley, fue bastante. Pág. 358
HARPER LEE
CÍRCULO DE LECTORES, BARCELONA, 1969
- Preferiría que disparaseis contra botes vacíos en el patio trasero, pero sé que perseguiréis a los pájaros. Matad todos los arrendajos azules que queráis, si podéis darles, pero recordad que matar a un ruiseñor es pecado…. Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar a un ruiseñor. Pág. 118
- En Maycomb “un rato” significaba un periodo de tiempo que podía oscilar entre tres días y treinta años. Pág. 164
- El resto de la tarde transcurrió en medio de la suave melancolía que desciende cuando se presentan los parientes, pero la tristeza se disipó cuando oímos entrar un coche en el paseo. Pág. 165
- Porque vosotros sois niños y podéis comprenderlo –dijo-. Las cosas del mundo no le han pervertido el instinto todavía. Deja que se haga un poco mayor y ya no sentirá asco ni llorará. Quizá se le antoje que las cosas no están… del todo bien, digamos, pero no llorará; cuando tenga unos años más, ya no. Pág. 257
- Cuando sea mayor, creo que seré payaso –dijo Dill. Jem y yo nos paramos en seco. Sí, señor. En relación a la gente, no hay cosa alguna en el mundo que pueda hacer si no es reírme; por lo tanto, ingresaré en el circo y me reiré hasta volverme loco.
- Lo tomas al revés, Dill –advirtió Jem. Los payasos son hombres tristes; es la gente la que se ríe de ellos. Pág. 276
- Mira, hubiera sido una cosa así como matar a un ruiseñor… pág. 354
- Atticus tenía razón. Una vez nos dijo que uno no conoce de verás a un hombre hasta que se pone dentro de su pellejo y se mueve como si fuera él. El estar de pie, simplemente, en el porche de los Radley, fue bastante. Pág. 358
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