LAS NIEVES DEL KILIMANJARO (adaptación)
LAS NIEVES DEL
KILIMANJARO
ERNEST HEMINGWAY
Unidad Editorial,
Madrid, 1998
-
Ya no escribiría
nunca las cosas que había dejado para cuando tuviera la experiencia suficiente
para escribirlas. Y tampoco vería su fracaso al tratar de hacerlo. Quizá fuesen
cosas que uno nunca puede escribir, y por eso las va postergando una y otra
vez. Pero ahora no podría saberlo, en realidad. Pág. 8
-
“Uno deja de
pensar y todo es maravilloso. Uno se cuida para que esta vida no lo arruine
como le ocurre a la mayoría y adopta la actitud de indiferencia hacia el
trabajo que solía hacer cuando ya no es posible hacerlo. Pero, en lo más íntimo
de mi espíritu, pensé que podría escribir sobre esa gente, los millonarios, y
diría que yo no era de esa clase, sino un simple espía en su país. Pensé en
abandonarles y escribir todo eso, para que, aunque sólo fuera una vez, lo
escribiese alguien bien compenetrado con el asunto”. Pero luego se dio cuenta
de que no podía llevar a cabo tal empresa, pues cada día que pasaba sin
escribir, rodeado de comodidades y siendo lo que despreciaba, embotaba su
habilidad y resplandecía su voluntad de trabajo, de modo que, finalmente, no
hizo absolutamente nada. Pág. 13
-
Todos hemos de
estar preparados para lo que hacemos. El talento consiste en cómo vive uno la
vida. Durante toda mi existencia he regalado vitalidad en una u otra forma, y
he aquí que cuando mis afectos no están comprometidos, como ocurre ahora, uno
vale mucho más para el dinero. He hecho este descubrimiento, pero nunca lo
escribiré. No, no puedo escribir tal cosa, aunque realmente vale la pena. Pág.
15
Comentarios