ATRAPADO EN EL TIEMPO poema del film
El infeliz
concentrado en sí mismo,
viviendo
perderá su humanismo.
Y doblemente muriendo
quedará sufriendo,
volverá a la mísera tierra
de la que surgiera,
sin oír llantos, ni alabanzas, ni cantos.
SIR WALTER SCOTT
“La canción del último trovador”
(1805)
Durante e inmediatamente después
de la Primera Guerra Mundial, hubo un movimiento encabezado por el presidente
Wilson y otros personajes de importancia para inculcar el patriotismo en los
escolares estadounidenses, especialmente los inmigrantes, y hacer hincapié en
la relación entre los Estados Unidos y la literatura y las instituciones de la
“madre patria” de Gran Bretaña, usando lecturas seleccionadas en los libros de
texto de secundaria. El efecto no siempre fue así como se pretendía. En sus
memorias de 1996, el abogado laborista Victor Rabinowitz, recordó: “Cuando
tenía nueve o diez años, la lectura asignada en la clase era EL HOMBRE SIN
PATRIA, un cuento de Edgard Everett
Hale. En su punto culminante aparecía un poema de Sir Walter Scott, que nos
vimos obligados a memorizar. Todavía puedo recitar:
Respira allí el hombre con el alma tan muerta,
Quién nunca a sí mismo se ha dicho,
“¿Esta es mi propia, mi tierra natal?”
Cuyo corazón nunca se ha quemado en su interior
Como hogar ¿sus pasos ha convertido…?
Si los hay, ve y márcalos bien
El infeliz, concentrado todo en sí mismo,
Hacia el vil polvo de donde surgió
Sin llanto, sin honor, y anónimo.
Efectivamente, así como IVANHOE
de Walter Scott, en cualquiera de sus versiones, fueron lecturas obligadas para
muchos estudiantes estadounidenses de secundaria hasta el final de la década de
1950, de ahí el significado de este poema.
Comentarios