DOLPHIN TALE poema del film
Sea Fever
I must go
down to the seas again, to the lonely sea and the sky,
And all I ask is a tall ship and a
star to steer her by;
And the wheel’s kick and the wind’s
song and the white sail’s shaking,
And a grey
mist on the sea’s face, and a grey dawn breaking.
I must go
down to the seas again, for the call of the running tide
Is a wild
call and a clear call that may not be denied;
And all I
ask is a windy day with the white clouds flying,
And the
flung spray and the blown spume, and the sea-gulls crying.
I must go
down to the seas again, to the vagrant gypsy life,
To the
gull’s way and the whale’s way where the wind’s like a whetted knife;
And all I
ask is a merry yarn from a laughing fellow-rover,
And quiet
sleep and a sweet dream when the long trick’s over.
JOHN MASEFIELD
Traducción:
Debo bajar a los mares de nuevo, al solitario mar y al
cielo,
y sólo pido una alta nave, y una estrella que la haya de guiar,
y el golpe del timón, y la canción del viento, y las velas henchidas,
y el manto de una niebla gris, y el despuntar de un gris amanecer.
Debo bajar a los mares de nuevo, el canto de la marea furiosa
es una llamada clara y salvaje que no puede ser desoída;
y todo lo que pido es un día ventoso de blancas nubes voladoras,
y las gotas esparcidas, y la espuma arrojada por el viento, y gritos de gaviotas.
Debo bajar a los mares de nuevo, a la vida errante de los cíngaros,
al camino de gaviotas y ballenas, donde el viento es como un cuchillo afilado;
y todo lo que pido es la historia alegre de un risueño trotamundos,
y un dulce y tranquilo sueño al soltar el timón tras la tormenta.
y sólo pido una alta nave, y una estrella que la haya de guiar,
y el golpe del timón, y la canción del viento, y las velas henchidas,
y el manto de una niebla gris, y el despuntar de un gris amanecer.
Debo bajar a los mares de nuevo, el canto de la marea furiosa
es una llamada clara y salvaje que no puede ser desoída;
y todo lo que pido es un día ventoso de blancas nubes voladoras,
y las gotas esparcidas, y la espuma arrojada por el viento, y gritos de gaviotas.
Debo bajar a los mares de nuevo, a la vida errante de los cíngaros,
al camino de gaviotas y ballenas, donde el viento es como un cuchillo afilado;
y todo lo que pido es la historia alegre de un risueño trotamundos,
y un dulce y tranquilo sueño al soltar el timón tras la tormenta.
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