Los juegos del hambre 2 EN LLAMAS




—Bueno, Katniss, resulta obvio que es una noche muy emotiva para todos. ¿Hay algo que quieras decir?
—Sólo que siento mucho que no podáis asistir a mi boda —respondo, con voz temblorosa—, pero que me alegro de que al menos podáis verme con el vestido. ¿No es... lo más bonito del mundo? —No tengo que mirar a Cinna para ver la señal, sé que es el momento adecuado. Empiezo a girar lentamente, levantando las mangas del pesado vestido por encima de la cabeza.
Cuando oigo los gritos de la multitud creo que es porque estoy deslumbrante, hasta que me doy cuenta de que algo sube a mi alrededor: humo, de fuego. No son las luces parpadeantes del año pasado, en el carro, sino algo mucho más real que me devora el vestido. Empiezo a asustarme cuando el humo se espesa y trocitos de seda negra vuelan por los aires, acompañados del estrépito de las perlas al caer al suelo. Por algún motivo me da miedo parar, porque mi piel no parece estar ardiendo y sé que Cinna tiene que estar detrás de lo que sucede, así que sigo girando y girando. Durante una fracción de segundo ahogo un grito, completamente envuelta en las extrañas llamas. Entonces, de repente, el fuego desaparece y me detengo lentamente, preguntándome si estaré desnuda y por qué Cinna habrá querido que ardiese mi vestido de novia.
Pero no estoy desnuda, llevo un vestido con el mismo diseño que el traje de novia, salvo que es del color del carbón y está hecho de plumas diminutas. Asombrada, levanto mis largas mangas vaporosas y me veo en la pantalla de televisión. Voy entera de negro, salvo por unos parches blancos en las mangas... o debería decir en las alas.
Porque Cinna me ha convertido en un sinsajo. Pág. 166

SUZANNE COLLINS
LOS JUEGOS DEL HAMBRE: EN LLAMAS


Comentarios

Entradas populares de este blog

EN SUS ZAPATOS poema del film

SEX AND THE CITY poema del film

ACTO DE VALOR poema del film