PAPILLÓN (adaptación)




PAPILLÓN

Henri Charriére

Círculo de Lectores, Barcelona, 1973

 

Al escribir todos estos pensamientos que tuve realmente hace tantos años y que en multitud me acometen con terrible claridad, reflexiono hasta qué punto el silencio absoluto, el aislamiento completo, total, infligido a un hombre joven, encerrado en una celda, puede provocar, antes de virar hacia la locura, una verdadera vida imaginativa. Tan intensa, tan viviente, que el hombre se desdobla literalmente. Él vuela y se va a vagabundear donde más le gusta. Su casa, su padre, su madre, su infancia, las diferentes etapas de su vida. Y sobre todo, los castillos en el aire que su espíritu fecundo inventa, que él inventa con una imaginación tan increíblemente viva que, en ese formidable desdoblamiento, llega a creer que está viviendo todo lo que está soñando.

Han pasado treinta años y sin embargo mi pluma corre para recordar lo que realmente pensé en aquellos momentos de mi vida, sin el menor esfuerzo de memoria. Pág. 22

 

 

Yo no soy un intelectual que puede pintarle, lector –si algún día esto llega a los lectores- con la intensidad necesaria y con poderoso verbo, la emoción y la formidable impresión de respeto por nosotros mismos, no de una rehabilitación sino de una nueva vida. este bautismo imaginario, esta baño de pureza, esta elevación de mi ser por encima del fango donde estaba hundido, este modo de ponerme frente a una responsabilidad real de hoy y de mañana, acaban de hacer de mí otro hombre. Ya no soy el forzado que aun libre escucha sus cadenas y a cada instante cree que alguien lo vigila. Todo lo que he vivido, pasado y soportado, todo lo que sufrí, todo lo que me conducía a ser un hombre enfermo, podrido, peligroso en todo momento, pasivamente obediente en la superficie y terriblemente temible en su rebelión, todo eso, como por encantamiento, ha desaparecido. Pág. 106

 

 

Una canoa está lista. De los diecinueve reclusos, diez van en la primera canoa. A mí me llaman para partir. Fríamente, Dega dice: “No, éste partirá en el último viaje”.

Desde que llegué, la forma de hablar de los presidiarios me deja estupefacto. No se siente la disciplina y pareciera me deja estupefacto. No se siente la disciplina y pareciera que se cagan en los “inservibles”. Hablo con Dega, que está cerca de mí. Ya conoce toda mi historia y la de la evasión. Los hombres que estaban conmigo en Saint-Laurent vinieron a las Islas y le contaron todo. No me reprocha nada, es demasiado delicado para eso. Sólo dice una frase, de todo corazón: “Merecías triunfar, hijo. ¡Será la próxima!”. Pero me dice: “Coraje”. Sabe que lo tengo. Pág. 251

 

 

Están barriendo en el corredor. Noto que barren mucho tiempo frente a mi celda. La paja cruje con insistencia contra mi puerta. Miro atentamente y descubro un pedazo de papel blanco. Comprendo rápido que me han tirado algo bajo mi puerta, pero que no han podido pasarlo más. Esperan que yo lo retire antes de ir a barrer más lejos. Tiro del papel y lo abro. Es un mensaje escrito con tinta fosforescente. Espero que pase el “insevible” y leo: “Papi, a partir de mañana todos los días habrá en tu tina cinco cigarrillos y un coco. Mastica bien el coco cuando lo comas, no te haga mal. Paladea la pulpa. Fuma a la mañana, cuando vacían las tinas”. Pág. 260




And HAPPY BIRTHDAY, STEVE ❤️



Comentarios

Entradas populares de este blog

EN SUS ZAPATOS poema del film

SEX AND THE CITY poema del film

ACTO DE VALOR poema del film